dijous, 6 de novembre del 2014
La conspiración de Orgetórige
Argumentos de Orgetórige
Rayane i jo us deixem amb el nostre treball de llatí
dimecres, 5 de novembre del 2014
FRONTERAS Y ACCIDENTES GEOGRÁFICOS DE LA GALIA.
Ací us deixem el treball fet Gema i jo (Àngela) sobre un text ,amb la seua traducció i un anàl·lisi morfològic,de César del llibre La guerra de la Gàl·lia, Fronteres i accidents geogràfics de la Gàl·lia.
dijous, 22 de maig del 2014
LA IMPORTANCIA DE TODO
Todo ocurrió hace algo más de dos años. Era, recuerdo, una noche calurosa
de verano. Era ya tarde y mi primera mujer me dio las buenas noches. Nunca más
volvería a oír su voz. Cuando desperté a la mañana siguiente, noté un olor muy
extraño en mi habitación. Me incorporé en la cama y al ponerme las zapatillas
la vi allí, tirada en el suelo, boca arriba. Los médicos hicieron todo lo que
estaba en sus manos, pero lamentablemente, no fue suficiente y Eva, que así se
llamaba, falleció.
Dejadme que os explique porqué os he contado este terrible suceso.
Al año de la muerte de mi esposa, yo estaba intentando rehacer mi vida
con otra mujer. Lola era pálida como la nieve, sus ojos azules como el
cielo, algo delgada y con un cabello
largo y negro como el carbón. Siempre vestía con mucho estilo, a la última
moda, y caminaba contorneándose como si fuera una auténtica modelo; Estaba
constantemente de buen humor y tenía preparada a todo momento una sonrisa en la
boca. Todo el que la conocía se paraba a saludarla y a conversar con ella.
Nunca conocí a nadie tan simpática como Lola.
Nos fuimos conociendo durante un tiempo más íntimamente y tras una larga
espera decidimos casarnos. Ese día fue igual o mejor que mi primera boda con mi
primera mujer Eva, que en paz descanse.
Todo iba a pedir de boca, los dos éramos felices y nuestras familias
también (especialmente la mía, ya que Lola no era precisamente una chica sin
recursos y escasa de dinero). En fin, esto era un cuento de hadas, lo que todas
las parejas imaginan románticamente.
Nos fuimos de luna de miel a Grecia. Recuerdo que fue un viaje
inolvidable. Nada más llegar al suelo heleno lo primero que nos encontramos fue
un paisaje seco y rocoso.
Atenas estaba llena de tiendecillas de souvenirs y en
aquella época de primavera plagada de turistas. Paseábamos las tardes por el
barrio de Plaka con la visión de la Acrópolis a lo lejos. Era una estampa que
jamás olvidaré. A Lola también le va a costar olvidar este viaje, ya que a ella,
no os lo había dicho antes, le chifla la historia.
Pero a la vuelta a casa empezaron a pasar cosas muy extrañas. Ya en el
vuelo sucedió que a una de las azafatas perdió el conocimiento, se cayó al
suelo del avión inconsciente y empezó a proferir palabras sin sentido en latín.
No le di más importancia, ya que anécdotas como esta pasan frecuentemente
en todos sitios. De hecho fue la primera situación complicada que viví con Lola
y he de decir que la superé con nota, ya que en aquella situación, digamos
embarazosa, nosotros no nos alarmamos, como hicieron histéricamente el resto de
pasajeros, sino que seguimos besándonos y nos abrazamos sin prestar demasiada
atención a lo que ocurría a nuestro alrededor. Enamorados como estábamos nos
habría dado todo igual. Sería una buena forma de morir, pensé incluso.
Cuando aterrizamos, allí estaban nuestras respectivas familias para
recogernos y preguntarnos por el viaje. Cuando vieron que una ambulancia se
llevaba a una de las azafatas nos preguntaron sobre el suceso. Nosotros se lo
explicamos con la mayor naturalidad del mundo y mi madre comentó entonces algo
preocupada que curiosamente le había sucedido a ella días atrás algo similar.
Todo me recordó entonces a la misteriosa muerte de mi primera mujer. Aunque soy muy supersticioso, comprendí que
se trataba de algo que tenía seguramente alguna explicación o que se debía
probablemente a una simple coincidencia y nada más.
A la noche siguiente, a Lola le empezaron a dar unos espasmos que no eran
nada normales, así que decidimos ir a urgencias a ver que nos decían los
médicos del hospital.
El médico que la atendió le hizo rápidamente una radiografía y un
electrocardiograma y todo le salió normal, así que nos dijo que le mandarían
una carta con la hora y el día que tenían que volver para realizarle más
pruebas.
Lola empezó por aquel entonces a preguntarse si había sido una buena idea
casarse conmigo. Asociaba las desgracias pasadas y los extraños sucesos a algún
tipo de gafe mío. Yo intenté tranquilizarle, quitarle importancia al asunto,
pero reconozco que también me puse algo nervioso y empecé a preguntarme a su
vez si tal vez Eva se había casado conmigo por lástima. Y fue así como de
divinizada que la tenía en mi visión platónica, con el paso del tiempo, la fui
aborreciendo poco a poco. Sus ronquidos nocturnos y sus ventosidades exageradas
me sacaban de quicio. Sudaba y producía
un hedor insoportable. Cualquiera diría que estaba endemoniada.
Se lo comenté entonces algo avergonzado a mi madre; pero para aquel
entonces ella ya no podía ayudarme. No supe bien qué ocurrió tras nuestro
viaje. La cuestión es que un día apareció tendida en la cocina sin vida. Había
abierto el gas y cerrado todas las ventanas para morir asfixiada. Cuando yo
abrí la puerta - fueron los vecinos los que me alertaron al no verla durante
días-, la visión que encontré fue horrible. Los fantasmas del pasado volvían.
Le di la noticia a mi amada Lola y ella se empezó a preguntar en voz baja
(aunque yo le escuché) “¿con qué tipo de persona me he casado?, ¿qué he hecho
mal en la vida para hacer estas elecciones tan desastrosas?, ¿en qué estaba
pensando cuando dije que sí que me quería casar con este hombre tan
insensible?” Imagino que ella atribuía la muerte de mi madre a la depresión que
le había causado sentirme tan ausente todo este tiempo. Yo, a su vez, empecé a
pensar que el destino me estaba jugando una mala pasada. Pero tal vez la
ciencia podía poner remedio, así que le contratar los servicios de un
psicólogo, o un experto mediador que solucionara nuestra crisis matrimonial.
También le recomendé visitara al endocrino. Ella reaccionó mal. Aún me duele el
golpe que me dio con la sartén. Según
ella la estaba llamando indirectamente loca, gorda y asquerosa.
Ya no soportaba más esta situación. Pero como tampoco sabía bien a dónde
acudir, - por aquellos días mi amigo más íntimo, Juan, con quien compartía
problemas domésticos y laborales, casualmente se había muerto en un accidente
de montaña, despeñándose desde lo alto de una roca donde practicaba ráfting-
decidí apechugar y darle otra oportunidad a
lo nuestro.
Un buen día, después de desayunar en la terraza, la tomé por el brazo, la
senté enfrente de mi hamaca y le dije muy serio: “Lola, siéntate, tenemos que
hablar”. Ella me miró con indiferencia, tras lo que añadió un seco: “vale” y un
terrible mal olor de su boca llegó a mis narices. Contuve la respiración, y
aguantando un vómito, acerté a decirle:
“Cariño, supongo que sabes porqué no he
ido hoy al trabajo, ¿no?.”
-Pues…l a verdad es que no lo sé, contestó.
- Quiero que sepas que he dejado apartado todos los nefastos episodios
que nos han ocurrido últimamente y estoy dispuesto a empezar de nuevo.
- No hay nada que hablar; tú crees que estoy endemoniada o algo semejante y
a mí no me gusta que me traten así.
- Eso es lo que te quiero decir, que quiero hacer borrón y cuenta nueva, y
dejar atrás todas las malas experiencias y malos rollos que hemos tenido desde
que volvimos de Atenas.
- Ya, ya, no sé si es demasiado tarde... pero parece mentira que en los
tiempos en los que estamos haya gente que siga creyendo en cosas como el
destino y los espíritus.. porque yo ni estoy enferma ni estoy poseída, ¿sabes?
- Que sí, cari, entonces… ¿todo arreglado?
- Dejémoslo en un sí.
Así acabó mi charla con Lola aquella mañana. Yo regresé al trabajo
mientras ella acababa de pasarse la cera. Desde aquel día, milagrosamente, Eva
volvió a ser la chica de antes, la simpática, alegre, siempre sonriente que yo
había conocido años atrás en el entierro de mi primera mujer. Eso sí, dejando el
tema de la edad a parte, ya que se podría decir que le castigó bastante.
Todo transcurría con normalidad. Hasta que un día sucedió algo
sorprendente de nuevo. Al volver de
hacer la compra, entré en el salón y vi a Lola sobre la mesa, con los ojos
blancos, girando sobre su órbita. Grité y fui a su lado. Estaba helada como el
mármol y sacaba espuma por la boca. Fue entonces cuando pronunció aquellas
desconcertantes palabras:
“Et uxor tua, quondam velit.”
Efectivamente, era la misma frase que había oído en aquel
avión a la vuelta de nuestra fatídica luna de miel en el país heleno.
Yo empecé a temblar. Con el miedo que tenía lo primero que se me pasó por
la cabeza fue coger la escopeta de cazar del trastero y pegarle un tiro, así,
sin más.
Antes de disparar ella tuvo fuerzas suficientes para arañar sobre la
madera de la mesa lo siguiente:
“Αργά η σύζυγός σας θέλει”
No alcancé a leerlo, pues el miedo se apoderó de mí y decidí sin más
miramientos apretar el gatillo y acabar de una vez por todas con esta
maldición.
Ahora estoy aquí, escribiendo en mi celda antes de cumplir la condena que
me puso el juez. El abogado de oficio que me defendió, que por cierto murió a
los pocos días del juicio ahogado por la espina de un lenguado en un
restaurante, no consiguió que me rebajaran la pena de muerte.
Ahora que he tenido tiempo aquí en la cárcel de investigar un poco más
tanto la frase que me dijo Lola como la que después me escribió, y he llegado a
la conclusión de lo siguiente:
“Αργά η σύζυγός σας θέλει” y “Et uxor tua, quondam velit” siginifican lo
mismo en español, que es :
“TU DIFUNTA ESPOSA TE QUIERE”
Así que se podría decir que si hubiera estudiado las lenguas clásicas y
les hubiese dado la importancia que merecían, lo más seguro podría haber
salvado algunas vidas, entre ellas, la mía y la de Lola.
El policía ha entrado por la puerta, por lo tanto, es la hora de mi
adiós, así que solo tengo que decir una cosa:
-“LAS LENGUAS ANTIGUAS Y LA HISTORIA SON IGUAL DE IMPORTANTES COMO LAS
CIENCIAS Y LAS TECNOLOGÍAS”
dilluns, 17 de març del 2014
LA POESÍA LÍRICA Y LA ELEGÍA
1.INTRODUCCIÓN
El término
lírica procede de lira, el instrumento musical que acompañaba a los
poemas
al ser recitados.
En Grecia se concibe la lírica, igual que la épica, para ser
recitad en
ambientes
festivos. Los temas de la lírica son distintos a los de la épica.
Habla en 1ª persona frente a la épica que relataba los hechos
acontecidos en 3ª persona.
La lírica latina
surge a imitación de la griega usando los mismos tipos de métrica
yestrofas. Las primeras manifestaciones propiamente líricas son del
siglo II a C. en el que comenzaron a imitar a los poetas griegos
gracias al impulso humanista y helenista del círculo de los
Escipiones.
Dentro de este
clima nace el llamado círculo de Lutacio Cátulo, que cultiva el
género lírico llamado epigrama erótico, imitando a los poetas
griegos alejandrinos. Son poemas breves que expresan con gran agudeza
un solo pensamiento principal. (hexámetro +pentámetro).
2.CARACTERÍSTICAS
DE LA LÍRICA LATINA
-El autor
transmite un determinado estado de ánimo, es decir, la poesía
lírica se suele caracterizar por la introspección y la expresión
de los sentimientos.
-Suele haber una
gran acumulación de imágenes y elementos con valor simbólico.
-La
mayoría de los poemas líricos se caracterizan por su brevedad.
-Habla
en 1ªPersona.
-Los
poemas suelen ajustarse a unas normas formales que los caracterizan:
versos, estrofas, ritmo, rima, englobadas todas ellas bajo la
denominación de métrica. Además, con el fin de lograr un discurso
lo más bello posible, o una crítica a la sociedad, los autores se
valen de los recursos literarios o estilísticos como metáforas,
aliteraciones, comparaciones, alegorías,sinestesias etc...
Destacan
autores como : Catulo, Virgilio, Horacio, y Ovidio.
3.AUTORES
CATULO
GAYO
VALERIO CATULO C. Valerius Catullus Veronensis Nacido en Verona
(Italia) hacia el 87 a.c y fallecido en Roma quizá hacia el 54 a.c..
En Roma se dedicó a la poesía lírica donde conoció a Clodia
de la que se enamoró y dedicó 25
poemas en los cuales podemos ver la evolución del sentimiento
amoroso que va del entusiasmo inicial al desengaño y desilusión
final, a la que dió el nombre Lesbia en sus versos. Ella tras
concederle sus encantos, le fue infiel y dejó a Catulo debatiéndose
entre el odio y el amor como expresa en su conocido dístico:
Odi et amo.
Quare id faciam fortasse requiris.
Nescio, sed fieri sentio et
excrucior.“Odio y amo.¿Por qué lo haré?, preguntarás acaso.
No lo sé, pero así lo siento y es mi cruz
La producción de Catulo en especial, dio origen a un género literario específicamente romano de gran importancia: LA ELEGÍA AMOROSA ROMANA.
La Elegía era un poema compuesto en dístico elegíaco (hexámetro + pentámetro) destaca como ejemplo la relación de Catulo con Lesbia. Su autor más representativo es Ovidio que cultiva la elegía de tema amoroso personal y llegará hasta la elegía dolorosa.
OVIDIO
Publio Ovidio Nasón (Publius Ovidius Naso, Sulmona, 20 de marzo del 43 a.c Tomis, actual Constanza,17 d.c) fue un poeta romano. Cultivo muchos estilos pero se consagró como poeta elegíaco debido a el destierro a Tomis, en su juventud sus elegías eran de tema amorosos y en su madurez de tema doloroso.
La obra de Ovidio es rica en formas y facetas, atendiendo a su temática destacan :
. poemas eróticos de juventud:
-Elegíacos: Amores y Heriodas.
-Didácticos: Ars Amatoria, Remedia amoris y Medicamina faciei feminae.
. Obras maestras:
-Fasti (relación de fiestas,costumbres y leyendas del calendario romano).
-Metamorfosis(Es el gran poema épico, plagado de narraciones mitológicas y escrito en hexámetros).
.poemas desde el exilio (elegía dolorosa):
-Halieutica y Phanomena, Ibis, Tristia y Epistulae ex Ponto.
Metamorfosis.
Me lleva el ánimo a decir las mutadas formas
a nuevos cuerpos: dioses, estas empresas mías –pues vosotros los mutasteis–
aspirad, y, desde el primer origen del cosmos
hasta mis tiempos, perpetuo desarrollad mi poema.
VIRGILIO
PUBLIO VIRGILIO MARÓN Publius Vergilius Maro Mantuanus Nació cerca de Mantua el 70 aC y murió en Brindis en el 19 aC, cuando volvía enfermo de Grecia y Oriente, adonde había ido a inspirarse para dar la última mano a su gran obra, la Eneida .
Virgilio es el más grande de los poetas latinos. Autor de la épica nacional latina La Eneida (en latín, Aeneis) es una epopeya latina escrita por Virgilio en por encargo del emperador Augusto con el fin de glorificar el imperio atribuyéndole un origen mítico. Su contribución propia a la lírica la constituyen sus 10 Eglogas o Bucólicas constituyen la primera de las grandes obras del poeta romano Virgilio de tema pastoril que son diez poemas de entre 63 y 111 versos. Y destacaron también Las Geórgicas son un poema de Virgilio, cuya intención es glosar e informar acerca de las labores agrícolas, además de representar una loa de la vida rural.
Los poemas pares son narrativos y los impares son diálogos. Su argumento es nuevo alude a personajes y situaciones cohetáneas aunque de forma alegórica.
Respecto a su estilo ya contienen la armonía y el equilibrio, la sobriedad y el sentido de la medida Virgilianos.
Églogas o Bucólicas
El pastor Títiro encarece al pastor Melibeo su gratitud a un poderoso bienhechor por haberle restituido una heredad que le había sido arrebatada, con cuya ocasión lamentan ambos las desgracias que acarrea la guerra civil a los labradores.
(Melibeo. Títiro)
MELIBEO
¡Títiro!, tú, recostado a la sombra de esa frondosa haya, meditas pastoriles cantos al son del blando caramillo; yo abandono los confines patrios y sus dulces campos; yo huyo del suelo natal, mientras que tú, ¡oh Títiro!, tendido a la sombra, enseñas a las selvas a resonar con el nombre de la hermosa Amarilis.
TÍTIRO
A un dios, ¡oh Melibeo!, debo estos solaces, porque para mí siempre sera un dios. Frecuentemente empapará su altar la sangre de un recental de mis majadas; a él debo que mis novillas vaguen libremente, como ves, y también poder yo entonar los cantos que me placen al son de la rústica avena.
HORACIO
Quinto Horacio Flaco (Venusia, hoy Venosa, Basilicata,8 de diciembre de 65 a. C. – Roma, 27 de noviembre de 8 a. C.), fue el principal poeta lírico y satírico en lengua latina.
Fue un poeta reflexivo, que expresa aquello que desea con una perfección casi absoluta. Los principales temas que trata en su poesía son el elogio de una vida retirada («beatus ille») y la invitación de gozar de la juventud («carpe diem»), temas retomados posteriormente por poetas españoles como Garcilaso de la Vega y Fray Luis de León. Escribió, además, epístolas (cartas).
Su obra se clasifica en dos períodos:
Un primer período en el que compuso las Sátiras, poesía crítica con abundantes elementos autobiográficos que persigue un fin moral y los Epodos, composiciones de carácter lírico en las que tampoco está ausente la crítica social. El epodo es una composición de origen griego destinada al insulto y al improperio. Alguno de los epodos de Horacio conservan este carácter, pero otros son de carácter eminentemente lírico. Destaca aquel cuyo comienzo, Beatus ille, ha dado nombre a un tema literario, la alabanza de la vida en el campo.
En el segundo periodo escribiría las Epístolas. Las odas son composiciones de carácter lírico que constituyen la obra cumbre de la lírica latina. Son cuatro libros con un total de 104 odas. En ellos se jacta de haber sido el primero en trasplantar al latín la lírica eolia en su conjunto, imitando los temas y los metros líricos griegos, sobre todo de Alceo, Safo y Anacreonte. Horacio tiene conciencia de que sus odas son lo mejor de su obra y afirma que serán más duraderas que el bronce.
En las Odas el componente fundamental es el lírico. Podemos agrupar las odas en varios grupos temáticos: alabanza de Augusto, elogio de la amistad, tema filosófico y moral, el amor, y finalmente el campo y la naturaleza. Expone el poeta su filosofía de la vida: hay que saber hacer uso de las riquezas y ser generoso; no hay que dejarse abatir por la adversidad y debe uno gozar de los bienes presentes, que son precarios; lo mejor para ser feliz es la «áurea medianía» («aurea mediocritas»). Hay una invitación a gozar del momento presente, ya que el día de mañana es incierto: «carpe diem». Este tema tendrá gran fortuna en la literatura universal.
Las Epístolas son la poesía de la reflexión moral y filosófica. Entre éstas últimas destaca Epistula ad Pisones, más conocida como Arte poética, en la que da consejos a quienes van a dedicarse a la poesía.
diumenge, 9 de març del 2014
La épica romana
1.
¿Qué es la épica?
La
épica (o epopeya) es un género poético que trata temas legendarios o históricos
que tiene la intención de ensalzar a sus protagonistas. La forma de expresión
habitual es la narración, aunque, es frecuente encontrar diálogos y
descripciones.
Las
primeras manifestaciones épicas eran transmitidas de forma oral, por tanto no
tienen un autor conocido, es decir, el es pueblo quien se encarga de crearlas y
transmitirlas de generación en generación, transformándolas y modificándolas
con el tiempo. En Grecia eran transmitidos por los rapsodas que recitaban y los
aedos que se acompañaban de la lira.
La
épica nacida del pueblo es conocida como épica popular, que no deja ningún
rastro ya que eran de transmisión oral.
La
épica culta o literaria se inspira en la épica popular y nace en el siglo III
a. C. en Roma. Son frecuentes las intervenciones de dioses y de seres
extraordinarios en la acción, es un reflejo de la mentalidad de la época en la
que surgieron las primeras épicas populares.
2. Características generales de la épica
latina
Los
antecedentes de la épica latina son los siguientes:
a) La épica esta influenciada por
cánticos de carácter profano que pertenecen a la época preliteraria; como son
“Los Carmina convivalia” (cantados por jóvenes nobles en banquetes celebrados
en honor a sus antepasados.)
b) “Los Carmina triumphalia” (burlas o
alabanzas en verso que los soldados dirigían a su general, en el desfile
triunfal por las calles de la ciudad, eran una forma de recordar que a pesar de
los grandes logros, seguimos siendo humanos bajo la voluntad de los dioses.)
c) Las “neniae” eran cantos fúnebres que
se entonaban en el momento de incinerar un cadáver que pertenecía a un noble.
La
influencia de los poemas homéricos y de la poesía alejandrina.
La
épica puede basarse bien en hechos
legendarios o bien en hechos reales.
El
narrador puede aparecer en la obra o no, pero no puede aparecer siempre, como
en el género lírico, ni desaparecer por completo, como ocurre en el género
dramático.
La
narración se realiza en pasado y en tercera persona.
En
la épica latina se usa como forma principal de expresión el verso hexámetro,
aunque también encontramos textos épicos latinos escritos en prosa.
En la épica es muy habitual la aparición de
intervenciones divinas, que “ayudan” en el desarrollo de los acontecimientos.
Por otra parte la invocación a la musas es un medio de inspiración para el poeta, para crear un relato coherente
y bien formado.
Su
estructura suele estar dividida en capítulos, cantos, epígrafes…
Otra
de las características es que el autor escoge el tema y utiliza los recursos
estilísticos que están a su alcance.
3.
Etapas de la épica latina
La primera etapa es la llamada “épica arcaica” que corresponde a los siglos III-II a.C. El autor más representativo es Livio Andrónico quien escribió en el año 240 a.C. una versión en lengua latina de la Odisea de Homero, la escribió en saturnios, que es el verso romano por excelencia. Esta obra dio a conocer en toda Roma los poemas de Homero, ejerció una gran influencia, e incluso se utilizaba en las escuelas.
Nevio es el primer poeta que escribe una
epopeya nacional. A finales del siglo II a. C. publica el “Bello Punicum” que
tiene como tema la primera guerra púnica en la que él mismo participó.
Por
último destaca Ennio, autor que consolida definitivamente la épica
latina. Su poema “Annales” se considera la primera épica nacional romana hasta
la aparición de la “Enneida”. Annales era una obra sobre la historia de Roma
hasta época escrita en 18 libros, de los cuales hoy en día solo se conservan
fragmentos. Es tan importante porque este poeta fue el primero en utilizar el
hexámetro griego como forma de expresión; a su vez, fue el creador del lenguaje
épico en Roma.
La
segunda etapa es la llamada “épica
clásica” cuyo máximo representante es Virgilio, autor de la “Enneida”
Virgilius
Maro nace en año 70-
71 a. C de origen campesino mas o menos modesto y de salud precaria. Estudió en
Cremona en la escuela del “gramaticus” o maestro de la lengua. (Recibió una
educación propia de los hijos de caballeros y senadores.) Continuó sus estudios
en Milán y en Roma.
Adquirió
una gran cultura ( letras, historia, lengua, filosofía, matemáticas, astronomía,
física, medicina…) que puso al servicio de su poesía.
Fue
amigo de los poetas L. Vario Rufus y de Horacio y también mecenas, consejero
de Augusto.
Sus
obras: Bucólicas y Geórgicas se estudiaban en las escuelas en vida del
poeta.
Murió
a los 52 años después de un viaje a Grecia, fue considerado y honrado como un
personaje divino y tuvo una gran influencia y proyección en todo el Imperio
Romano la Edad Media y el Renacimiento.
Su
obra la “Enneida” fue escrita en once años del 30 al 9 a. C. Coge como modelo
la Odisea y la Iliada. Esta obra fue propuesta por Augusto quien desciende de la
familia de Eneas, y le sirve como propaganda militar. Cuenta los orígenes de
Roma, y está dividido en doce cantos, dónde recoge la leyenda, de origen griego
y conocida por los romanos, de los viajes de Eneas desde que huyó de Troya con su padre y con su hijo Ascanio
hasta que se estableció en Lacio.
Por
ultimo tenemos la tercera etapa que se conoce como la “Épica postaugustea” se caracteriza por uno de los pocos romanos
que alcanzó cierta fama como autor épico aunque su estilo no gustara a sus
contemporáneos: Lucano.
Lucano perteneció, a la familia de los
séneca, concretamente era sobrino de Séneca el filósofo y como él nació en
Córdoba. Vivió en el siglo I d. C. Gozó de la amistad del emperador Nerón hasta
que éste celoso del éxito de Lucano como declamador, tanto en griego como en
latín, le prohibió leer sus composiciones en público.
Lucano participó en la conjura de
Pisón contra Nerón y cuando los conjurados fueron descubiertos recibieron su
castigo. Lucano fue obligado a abrirse las venas después de un banquete. Fue un
autor precoz que murió joven. De él sólo nos ha llegado el poema épico, escrito
en prosa, titulado Farsalia y cuyo tema es precisamente el enfrentamiento
que se produjo entre César y Pompeyo en este lugar y que acabó con la derrota
del segundo. Lucano publicó los tres primeros libros, de los 10 que componen el
poema, el resto fue publicado tras su muerte. Lucano rompe los moldes de la
épica tradicional al hacer desaparecer a los dioses de su relato. A cambio,
introduce descripciones y discursos abundantes, llenos de recursos estilísticos
que hacen difícil seguir el relato y terminan por agotar al lector, y episodios
que nada tienen que ver con la épica como el relativo a la astrología, tema
éste que, por otra parte, estaba muy de moda en la época.-
Las Argonáuticas de Valerio Flaco inspirada en la obra
homónima del griego Apolonio de Rodas. Valerio Flaco narra en ocho libros de
hexámetros, frente a los cuatro libros del autor griego, la historia de Jasón y
su búsqueda del vellocino de oro. Su caracterización de los personajes de Jasón
y Medea supera la de Apolonio de Rodas. Valerio Flaco invirtió veinte años de
su vida en la elaboración de esta obra en la que los recursos estilísticos no
son tan excesivos como en Lucano.
- Púnica de Silio Itálico epopeya en 17 libros escritos en verso que narran la segunda guerra púnica desde el asedio de Sagunto hasta la batalla de Zama en la que el ejército romano, dirigido por Escipión, logró derrotar al ejército cartaginés de Aníbal. La crítica no es muy benévola en lo que a su estilo se refiere; se le achaca un excesivo uso de recursos estilísticos, que provocan que el relato se vuelva monótono, y una pobre caracterización de los personajes.
- La Tebaida y la Aquileida de Papinio Estacio: La primera es una epopeya en 12 libros escritos en verso cuyo tema es la marcha de Polinices (hijo de Edipo) contra Tebas para reclamar el trono que su hermano Eteocles se resiste a cederle rompiendo el pacto de alternancia que existía entre ambos. La segunda escrita en hexámetros es una epopeya inacabada, probablemente por la muerte de su autor; por lo que se deduce del capítulo y medio que se nos ha conservado, la intención de Estacio era contar la historia de Aquiles. En lo que al estilo se refiere la Tebaida resulta una obra mucho más recargada de recursos estilísticos (metáforas, comparaciones, aliteraciones…) que la Aquileida.
dilluns, 24 de febrer del 2014
El treatro romano
EL TEATRO ROMANO
I. INTRODUCCIÓN
El origen del teatro y de las representaciones dramáticas debe vincularse a la helenización de la cultura romana tras la primera guerra púnica. El teatro es el más claro ejemplo, aunque no el único, de esta habilidad de la civilización romana para apropiarse de manifestaciones artísticas de otros pueblos impregnándolas de su propio espíritu. Según la tradición las primeras representaciones dramáticas se deben a Livio Andrónico (c.284/204 a. de C.), a quien se le encargó, al parecer en el 240, la puesta en escena de un tragedia y una comedia traducidas del griego para celebrar los "ludi Romani" con motivo del fin de la primera guerra Púnica.
El teatro era el único género literario que en la época de la helenización de la cultura latina se había enriquecido ya en Roma con una rica tradición popular. Efectivamente, el carácter itálico se distinguía por una tendencia al carácter festivo, a lo grotesco y a lo mordaz, que desde la antigüedad se plasmaba en representaciones improvisadas de origen popular. Entre estas manifestaciones preliterarias relacionadas con la escena destacan las "farsas atelanas" y el "mimo". El mimo eran representaciones en las que tanto hombres como mujeres sin máscaras daban vida a escenas de la vida diaria partiendo de un texto en prosa. En la evolución del teatro romano va adquiriendo cada vez mayor popularidad, desplazando a las atelanas. Las farsas atelanas surgen entre los oscos y son pequeñas representaciones bufas basadas en la vida cotidiana y en la que aparecen tipos fijos representados por actores no profesionales cubiertos por máscaras: el viejo estúpido (Puppus), el jorobado (Dosenus), el glotón (Buccus), y el joven atolondrado (Maccus).
Cuando obtienen una influencia helenística, la escena romana comienza a representarse en tragedias, las atelanas pasan a ser un género dramático menor .
II. EVOLUCIÓN
En los primeros tiempos, en Roma, no existía una especialización de los actores en trágicos y cómicos. Los iniciadores del género, Livio Andrónico y Nevio, escribieron indiferentemente obras de argumento trágico y cómico, sólo a partir de Plauto se observa una tendencia a ceñirse a uno de los géneros. Los distintos tipos dramáticos tuvieron desigual suerte en su desarrollo y, de la misma forma, su conservación y transmisión también ha sido desigual. La tragedia de argumento griego (fabula crepidata) y, en bastante menor medida, la de asunto romano se cultivó con cierta asiduidad entre el 240 y el 90 a. de C., fecha en que muere Accio, el último trágico de la época de la República. Sin embargo conocemos poco de esta actividad dramática: los nombres de varios autores Ennio, Pacuvio y Accio, además de algunos títulos y fragmentos. A partir de este momento la tragedia decayó y no se tiene noticia de ninguna tragedia en el último siglo de la República. En la época del imperio el pueblo prefería los espectáculos circenses y por el mimo, estos relegaron la producción dramática, y más concretamente la de asunto trágico. Destruyen así las tragedias de ese tono retórico característico de la literatura de la época de Claudio y Nerón.
De este período conservamos la tragedia escrita por Séneca El Filósofo, esta es la única que nos ha llegado completa y entre la que se incluye una praetexta, que no debe considerarse obra suya. En cambio, la fabula palliata está magníficamente documentada en las obras de los dos grandes cómicos de los primeros siglos de la República: Plauto y Terencio. La comedia dejó prácticamente de escribirse y representarse en el siglo I a. de C., ante la competencia del mimo que había ido evolucionando hacia un tipo de farsa licenciosa, con gran número de personajes y que llegó a ser extraordinariamente popular. La mayor parte de las obras dramáticas que nos han llegado están basadas en originales griegos, sin embargo la libertad en el trabajo de adaptación es total. Los autores latinos, no sólo introducen situaciones nuevas y referencias a su momento histórico, sino que también utilizan en una misma obra argumentos de distintos originales griegos e incluso escenas de autores distintos. Este procedimiento se conoce con el nombre de “contaminatio” y es particularmente visible en las comedias de Plauto y Terencio.
III. TIPOS
Se distinguen así los siguientes tipos de respresentación teatral en Roma:
-COMEDIA : Fabula palliata: comedia latina de asunto griego. Recibía este nombre porque los actores se cubrían con el "pallium" o manto griego. Fabula togata: comedia sobre temas y personajes romanos. Los actores vestían la toga. El desarrollo de la comedia basada en originales griegos (fábula palliata) se vio mediatizada. Pero Nevio consiguió, sin apartarse de los modelos griegos, introducir en sus comedias algunas notas de color itálico que acercó la palliata al público; en esta línea continuó Plauto que consiguió para la palliata un nivel general de aceptación. La preferencia del público por otro tipo de obras, es la clave de la corta vida de la comedia en comparación con otros géneros también tomados de Grecia. La fabula palliata se inspira directamente en la Comedia Nueva ateniense; se denomina así a la última fase de la comedia ateniense que se desarrolla aproximadamente entre el 325 y el 263 a. de C. Los máximos representantes de esta Comedia Nueva son: Dífilo, Filemón y Menandro. Era una comedia de costumbres que reflejaba la vida privada de las clases acomodadas. En esta comedia burguesa la acción gira en torno a la vida y costumbres de una serie de tipos fijos: el esclavo avispado, el viejo avaro, el joven enamoradizo, soldados fanfarrones, cortesanas desenvueltas, doncellas honestas, etc. Las situaciones de la comedia nueva eran atemporales y se podían fácilmente adaptar a otro tiempo y a otro lugar. A partir de Nevio fue práctica habitual la contaminatio: utilizar más de un original e incluso en ocasiones más de un autor como modelo. Los autores romanos utilizaron la forma griega para acentuar lo que en la comedia más se aproximaba al gusto de los espectadores romanos: las situaciones equívocas, los dobles sentidos, la parodia, etc. Se produjo así, en cierto sentido una latinización de la comedia que culmina cuando se ponen en escena tipos y costumbres de la vida cotidiana de Roma, surgiendo así la fabula togata. La fabula palliata tenía una estructura formal tomada de sus modelos griegos y, aunque no siempre encontramos la misma estructura, podemos distinguir en ella las siguientes partes: Didascalias: son obras de los gramáticos posteriores. En ellas se consignan el nombre del autor, título de la obra, datos sobre la fecha y circunstancias de su estreno. Igualmente se recoge el nombre de la obra griega utilizada como modelo y el de su autor. No siempre han existido o se han conservado; todas las obras de Terencio se nos han transmitido con su didascalia correspondiente, sin embargo la mayor parte de las comedias de Plauto carecen de ellas. Argumento: es un resumen de la obra realizado también por los gramáticos posteriores. Prólogo: exposición del argumento a cargo de un actor o de un personaje simbólico. Los prólogos de las comedias latinas son una magnífica fuente de información sobre el teatro de siglo II a. de C. Los prólogos de Plauto son joviales, pretenden divertir y, además de su carácter expositivo, incluyen chistes y advertencias jocosas a los espectadores. Los prólogos de las comedias de Terencio tienen una mayor profundidad y contienen la réplica del autor a los ataques de que era objeto. Diálogo o diverbia: partes dialogadas en verso. Cantica: parte del texto de las comedias que se cantaba con acompañamiento de flauta.
AUTORES DE LA COMEDIA:
-Plauto: Fue el más popular de los autores de comedias y dominó absolutamente la escena romana desde el 215 a. de C., fecha de su primer éxito escénico, hasta el 184 a. de C., año de su muerte o, al menos, de su última representación. Plauto nació en Sarsina, hacia el 255 a. de C. y abandonó pronto esta ciudad. En su juventud trabajó en el entorno de compañías dramática, donde pudo adquirir su conocimiento poco común de los aspectos técnicos y del repertorio tanto griego como romano. Posteriormente se dedicó al comercio, pero fracasa. En esta situación escribe tres comedias que obtienen un rápido éxito y que lo convierten, ya hasta su muerte, en el ídolo de los espectadores. Desde el 215 y treinta años después aproximadamente produce un abundantísimo número de comedias. Plauto es el primer poeta romano que se especializa en un sólo género literario. En Plauto no encontramos alusión alguna al momento político, su elección es el género cómico que se acomoda a su talante jovial e inclinado a la risa fácil sin segundas intenciones. En este sentido, las obras están llenas de la gran alegría de vivir y del espíritu burlón de su autor. Todas sus obras son palliatae, basadas en originales griegos de la "Comedia Nueva". Sus obras son las sigueintes: Aulularia, Curculio, Casina, Epidicus, Bacchides, Mostellaria, Miles Gloriosus, Mercator, Persa, Trinummus, Truculentus y Vidularia, ésta última está en estado fragmentario. Y muchas más. En estas comedias repiten escasas variaciones, tipos y situacciones, lo que hace que la clsifiquemos en "comedia de enredo" con múltiples complicaciones y situaciones cómicas. Sin embargo, con algunas reservas y para facilitar su aprendizaje, se pueden agrupar las comedias plautinas bajo los siguientes epígrafes: Comedias basadas en el equívoco o cambio de personas: Bacchides Comedias basadas en el "reconocimiento", es decir en el descubrimiento del verdadero origen y condición de determinadas personas y que da lugar a un súbito cambio de fortuna: Curculio, Epidicus. Farsas cómicas: Persa, Casina. Comedias de caracteres: Truculentus. Comedias en las que confluyen motivos y situaciones: Aulularia, Trinummus, Miles Gloriosus. Plauto no oculta en ningún momento que sus obras están basadas en otras griegas; utiliza para referirse a su trabajo el término "vertere" (traducir) y, en ocasiones, cita el autor y la obra que utiliza como modelo. La finalidad del teatro plautino es divertir: pretende conseguir un efecto cómico en cada escena. Para lograr el efecto cómico deseado no le importa al autor caer en contradicciones e incongruencias; la caracterización de los personajes es a veces extravagante y las situaciones se alargan frecuentemente más allá de lo verosímil. Todo ello contribuye a dar a las comedias de Plauto un carácter fantasioso que es su principal virtud y que las convierte en intemporales. En el campo de la estructura formal, Plauto se distancia de sus modelos griegos, creando una forma nueva de comedia con entidad propia. Plauto acentúa esta tendencia, creando una comedia en la que la parte dialogada o recitada (diverbia) ocupa en la mayor parte de las obras sólo un tercio del total. Las canticas se enriquecen en su estructura y en su métrica; no sólo incluyen parlamentos y recitados al son de flauta, también se encuentran fragmentos melodramáticos (arias, solos, duos) interpretados con acompañamiento instrumental. Este carácter melodramático de las comedias de Plauto, unido a su lenguaje cotidiano y popular de gran fuerza cómica, les confiere un carácter propio e inconfundible. Plauto gozó siempre de una gran acogida entre el público y sus comedias se siguieron representando con gran éxito mientras existió una tradición teatral viva en Roma. Durante los últimos años de la República y de la época de Augusto la popularidad de Plauto sufre un cierto retroceso. A partir del Renacimiento, Plauto vuelve a ser leído y representado, ejerciendo sus obras de gran influencia en el teatro inglés del siglo XVI.
-Terencio: La vida de Terencio está marcada por dos factores determinantes: por un lado, su brevedad, ya que no se extendió más allá de veinticinco o treinta y cinco años; por otro lado, su estrechísima relación con la aristocracia filohelénica. Publio Terencio Afer nació en Cartago, en el norte de África; su fecha de nacimiento es incierta. Siendo todavía adolescente, llegó a Roma como esclavo del senador Terencio Lucano, quien le dio una esmerada educación y le concedió la libertad. Como era costumbre adoptó el "nomen" de su patrón, Terencio, y mantuvo en el "cognomen", Afer, la referencia a su procedencia geográfica. Probablemente en casa de su amo, conoció y se ganó la benevolencia de los cultos y refinados de la ciudad. A este mundo culto y refinado pertenece Terencio y con frecuencia se le ha considerado como su portavoz. En el año 160 a. C. emprendió un viaje a Grecia por causa que se desconoce y en el transcurso del mismo, en circunstancias igualmente oscuras, falleció. Suetonio da como fecha de su muerte el 159 a. C. La corta carrera dramática de Terencio se extiende por espacio de seis años; entre el 166 y el 160 escribió seis comedias palliatas. La mayor parte de sus comedias siguen originales griegos de Menandro, el más moderado y moral de los autores del Comedia Nueva. La relación de las comedias de Terencio según el orden de su representación es el siguiente: Andria ("La mujer de Andros"), estrenada en el 166. Hecyra ("La suegra"). El primer estreno, que fue un sonoro fracaso, tuvo lugar en el 165. Heautontimoroumenos ("El atormentador de sí mismo), en el 163 Eunuchus ("El eunuco"), en el 161 Phormio ("Formión"), en el 161 Adelphoe ("Los hermanos"), en el 160. En este mismo año tiene lugar el segundo y tercer intento de estreno de Hecyra, que sólo en el tercer intento consigue el éxito. A diferencia de Plauto, el éxito del público no fue para Terencio algo inmediato, se produjo, en concreto, con el Eunuchus. Durante toda su corta carrera dramática tuvo que hacer frente a la crítica de otros poetas dramáticos y literatos. El prólogo, era un elemento fundamental en las obras dramáticas. Generalmente en Grecia, tanto en la tragedia como en la comedia, se utilizaba el prólogo-exposición, en el que se presentaba de forma concisa el tema de la pieza teatral. Terencio rechaza los prólogos-exposición por considerarlos groseros y convierte los suyos en prólogos literarios en los que intenta dar respuesta a las acusaciones que se le formulaban, razonaba sobre los modelos utilizados y expone sus ideas sobre su obra. Las respuestas de Terencio nos permiten conocer qué críticas se le formulaban. Se le acusaba de aceptar colaboración de sus nobles amigos para escribir sus comedias, de plagiar trozos y personajes de otros autores romanos, de "contaminar" los originales griegos y de debilidad de estilo. En Terencio toda la comedia gira en torno a la caracterización de los personajes, las inconsecuencias y el contraste entre ellos es el medio escogido por el poeta para provocar la hilaridad (risa ruidosa). En las comedias de Terencio los esclavos son serviciales, los hijos respetuosos, los padres afectuosos y preocupados, las matronas respetables, etc. En conjunto traza unos cuadros de menor efecto cómico, pero de gran valor humano. Terencio pretende escribir obras de teatro de un elevado nivel artístico. Su lengua es de gran pureza y elegancia. Desde la época imperial se le proponía como modelo de "sermo urbanus". Terencio por sus conocimientos literarios, es un representante cualificado de lo que en su época se llamó "humanitas".
TRAGEDIA: Fábula crepidata o coturnata: Tragedia de asunto griego; se caracterizaba porque los actores usaban el "coturno" o bota alta característica de los actores trágicos griegos. Fábula praetexta: tragedia cuyo tema se basa en la leyenda o en la historia romana. Toma el nombre de la toga orlada que llevaban los hombres ilustres en Roma. Es una forma dramática cuyos personajes protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa, invencible e inevitable contra el destino o los dioses. Las tragedias acaban generalmente en la muerte o en la destrucción física, moral y económica del personaje principal, aunque también existen las tragedias de sublimación, en las que el personaje principal es mostrado como un héroe que desafía las adversidades con la fuerza de sus virtudes, ganándose de esta manera la admiración del espectador, como es el caso de Antígona de Sófocles. La primera tragedia latina la compuso Livio Andrónico y se representó en la vieja Roma en el año 54 de su fundación en tiempo del consulado de Cayo Claudio Cento y M. Sempronio, unos ciento sesenta años después de la muerte de Sófocles y Eurípides y doscientos veinte años antes de la de Virgilio. No reapareció la tragedia hasta la época del Renacimiento y aun por traducciones o imitaciones de la antigüedad. Cierto que se encuentran algunos ensayos en lengua vulgar, sobre todo, en Grecia, desde los siglo XIII al XVI pero es indudable que la primera tragedia regular es Sofonisba, compuesta por Trisino y representada en Roma en 1515.
Las partes de la tragedia se dividen en prólogo, episodio, éxodo, y la parte del coro que se divide a la vez en párodo y estásimo. El prólogo precede al párodo del coro.
Prólogo: Antecede a la entrada del coro. Se da la ubicación temporaria y se une el pasado del héroe con el presente; pueden participar por tres actores pero sólo hablan dos y el otro está mudo o puede ser un monólogo. Se le informa al espectador el porqué del castigo que va a recibir el héroe y en esta parte no interviene el coro.
Párodos: cantos a cargo del coro durante la entrada por el párodo izquierdo presidido por un flautista. En esta parte se realiza un canto lírico, se dan danzas de avance y retroceso; se utiliza el dialecto dórico (más adecuado a los cantos corales debido a su musicalidad).
Episodios: pueden ser hasta cinco, hay diálogo entre el coro y los personajes o entre personajes; es la parte más importante por ser la dramática por excelencia y expresa el pensamiento e ideas del personaje. Dentro de los episodios se pueden encontrar los agones, los cuales son pasajes en los que el protagonista se enfrenta dialécticamente con otro personaje.
Estásimo: es la parte lírica-dramática donde el autor expresa sus ideas políticas, filosóficas, religiosas, etc.; hay de tres a cinco, es la segunda entrada del coro y en esta parte no danza. Los episodios son siempre separados por los estásimos. Estos mismos pueden estar divididos en estrofas y antiestrofas, las cuales son siempre pronunciadas por el coro, aunque en la festividad griega antigua, las antiestrofas eran dichas por un Corifeo (un representante del coro).
Éxodo: es la parte final de la tragedia, hay cantos líricos y dramáticos, el héroe reconoce su error y es castigado (a veces con la muerte) por los dioses, sufriendo el pathos y muchas veces convirtiéndose en el pharmakon (el remedio para el mal). Es aquí donde aparece la enseñanza moral. El éxodo, como los estásimos, siempre lo pronuncia el coro o el Corifeo.
AUTORES TRÁGICOS:
-Séneca: Durante los primeros años del principado de Augusto se confirma la tendencia a la desaparición de la tragedia y de otras formas de drama literario con pretensiones escénicas. Ya en gran parte del último siglo de la República se había constatado la ausencia de otras nuevas para su representación. Por otra parte, el paso del tiempo había dado lugar a cambios tanto en el estilo como en los gustos literarios, lo que hacía que las obras de los tragediógrafos republicanos parecieran cada vez más arcaicas y rudas a medida que pasaba el tiempo. El público romano, menos cultivado que el griego, mostraba preferencia por los espectáculos circenses y, dentro de los espectáculos escénicos, el mimo, las atelanas y las pantomimas sustituyeron a las obras dramáticas de mayor valor literario. De esta forma en el siglo I d. C. la tragedia se convierte en un ejercicio literario dedicado exclusivamente al recitado y la lectura en círculo literarios e intelectuales. La última representación de una tragedia nueva de la que se tenga noticia oficial tuvo lugar en el año 29 a. C; se trata de la puesta en escena del Thiestes de Lucio Varo Rufo promovida por el propio Augusto para celebrar su victoria en Actium. Algo más tarde tenemos noticias de una segunda tragedia del poeta Ovidio titulada Medea. Ambas obras de la época augústea se han perdido completamente y sólo conocemos los títulos y referencias de los estudiosos de los géneros literarios como Quintiliano. Dado este estado de cosas, resulta sorprendente que precisamente las únicas tragedias que se nos han conservado completas se sitúen en este período en el que su representación había caído en desuso. Efectivamente, existe un "corpus" de diez tragedias, integrado por nueve "fabulae coturnatae" más una "praetexta", atribuidas a Séneca el Filósofo (5-65 d. de C). De ese conjunto de obras, ocho son con toda seguridad de Séneca: Hércules Furens, Troades, Phoenissae, Medea, Phaedra, Oedipus, Agamemnón, Thyestes; una, Hércules Oateus, es de atribución dudosa y la "praetexta", titulada Octavia, no puede ser de ninguna manera obra suya. No se sabe exactamente qué lugar ocupan cronológicamente las tragedias en el conjunto de la extensísima obra de Séneca. Generalmente se ha considerado que fueron escritas en su primera época, con anterioridad a la redacción de sus tratados filosóficos, pero lo cierto es que no hay ningún dato objetivo que corrobore dicha opinión. En cuanto a la relación de las tragedias senequianas con sus originales griegos, hay que decir que Séneca sigue la práctica habitual en el teatro latino y mezcla distintas obras griegas en una misma tragedia. Utiliza en mayor medida como modelo las obras de Eurípides que la de los dos trágicos anteriores. Aunque sigue habitualmente las versiones tradicionales de los mitos, difiere notablemente en su tratamiento escénico; Séneca demuestra un gusto especial por los detalles truculentos, por la desmesura en la expresión de los sentimientos y pasiones que lo alejan de la tragedia clásica griega; sus personajes, cuyo análisis psicológico es riquísimo, tienen un código de valores morales radicalmente distinto al de los personajes de Eurípides. Su estilo es marcadamente retórico, caracterizado por la precisión y el laconismo que se expresa frecuentemente por medio de aforismos y sentencias. Las tragedias de Séneca no tuvieron gran influencia en su época, pero en cambio ejercieron un profundo influjo a partir del siglo XV en el teatro italiano e inglés. Los manuscritos de las obras de Séneca recogen también una tragedia praetexta, titulada Octavia. Es la única obra de su género que se nos ha conservado, pudiéndose afirmar hoy con toda certeza que no es el filósofo cordobés y que debe fecharse en una época ligeramente posterior, durante el reinado de los primeros Flavios. Utiliza como argumento la desdichada vida de Octavia, hija de Claudio y Mesalina, obligada a casarse con Nerón y asesinada después en el exilio.
dijous, 6 de febrer del 2014
Historiografia griega
HISTORIOGRAFIA
DE GRECIA.
1; INTRODUCCIÓN
1.1 Cronología y autores
Por historiografía griega se entiende aquella realizada en
la Antigua Grecia, desde el siglo V a.C hasta el siglo IV d. C desde Heródoto
hasta Zósimo, pasando por Tucídides, Polibio, Jenofonte…
1.2 Orígenes
Inicialmente, para los griegos el término historia designaba
en general el conocimiento adquirido por descubrimiento personal y, en
particular, la búsqueda o investigación de un escritor sobre algo que sucedió
como consecuencia de la intervención del hombre. La idea de que la
historiografía se ocupa de los acontecimientos ordenados con un criterio cronológico
es posterior. En los territorios griegos de Jonia, en el siglo VI a. C., surgió
el interés por describir lugares, costumbres, y tradiciones de otros lugares en
relatos escritos en prosa. Los escritores de estos relatos intentaban narrar
los acontecimientos con cierta pretensión de veracidad. En esta primera etapa
no podemos hablar todavía de obras rigurosamente históricas; pero sí sabemos
que se abrió el camino hacia una manera de escribir Historia en consonancia con
el espíritu racionalista griego que se extendía a otros ámbitos de la actividad
intelectual, como la Filosofía. Se
rompía con todo ello una tradición en la que el relato de acontecimientos
referidos al pasado era privativo de la poesía épica, que no distinguía bien
entre los episodios legendarios y los acontecimientos realmente ocurrido.
Heródoto y Tucídides fueron los primeros historiadores de la antigüedad, y
sería también un griego, Polibio (llevado a Roma como rehén en el 168 a. C.),
quien introduciría la literatura historiográfica de cuño griego en Roma.
1.3 Características generales
Se observa un gran
contraste entre la importancia que se da a los elementos míticos en la obra de
Heródoto, más apegado a la tradición, y los autores posteriores, más
racionalistas. En general, los historiadores griegos intentan dar una
descripción global de las transformaciones sociales y de sus causas, comparten
la misma pretensión de objetividad y el deseo de extraer lecciones morales del
estudio de los grandes acontecimientos. Los historiadores tienen con- ciencia
de que cuentan con un público lector al que dirigen su obra; para agradarle,
ponen al servicio de su obra todos los elementos que la retórica proporcionaba;
los oradores.
2. HERODOTO
Heródoto (484-425 a. C.) está considerado como el Padre de
la Historia. Nació en Halicarnaso, en Asia Menor, pero fue un viajero
infatigable que, además de Grecia, recorrió Egipto, Siria y Persia. Hacia el
447 a.C. vivió en Atenas, centro cultural del mundo griego; allí conoció a los
autores más importantes de su tiempo y Pericles, el gran político ateniense. En
el 443 a.C. Heródoto se instaló en la colonia griega de Turios, fundada en el
sur de Italia. Se dedicó el resto de su vida a completar su gran obra, conocida
como Historias, escrita en nueve libros, que iba leyendo en público según los
iba redactando.
El tema central de
su obra son las guerras entre persas y griegos, las Guerras Médicas, que
tuvieron lugar en la primera mitad del siglo V a.C. Pero antes narra las
historias de los países cercanos a Grecia y que tuvieron cierto papel en la
contienda, y cuenta infinidad de noticias y anécdotas; son dignos de mención
los relatos sobre Egipto.
Heródoto escribió en dialecto jonio, con un lenguaje claro y
sencillo y un estilo ameno. Su pensamiento es contemporáneo y racional, aunque
en su obra el elemento mítico es todavía muy importante (por ejemplo, afirma
que las causas del conflicto entre Grecia y Asia son los míticos raptos de
mujeres, llevados a cabo por dioses y héroes).
Heródoto creía que el
Universo estaba regido por el destino y el azar, y que nada en los asuntos
humanos es estable. Para Heródoto la
elección moral era importante, ya que los dioses con frecuencia castigan la
arrogancia. Esta tendencia a buscar lecciones morales en los acontecimientos
del pasado es la base de la historiografía griega y, más tarde, de la romana.
3. TUCÍDIDES
Tucídides (490 -395 a. C.) nació en Atenas y vivió los
acontecimientos de las Guerras del Pelo- poneso entre Atenas y Esparta. Fue
general y sufrió un destierro de 20 años por llegar tarde a la defensa de una
fortaleza. Durante su destierro se dedicó a escribir sobre estos hechos con-
temporáneos porque reconoció su importancia histórica y quiso analizar su
desarrollo y sus consecuencias. Regresó a Atenas al final de la guerra (404
a.C.)
No llegó a terminar su obra, llamada Historia de las Guerras
del Peloponeso, pero, sin duda, es el primer ejemplo de historia realizada de
forma científica y rigurosa, con un exhaustivo aná- lisis de las causas que
provocaron los distintos acontecimientos.
Tucídides muestra en su obra un conocimiento práctico de la ciencia
política y militar. Se interesó principalmente por el aspecto militar de la
contienda, que presentó en un estilo conciso, lúcido y a veces difícil, con
sintaxis compleja, ya que escribió para un público de elevada cultura.
Escribió en dialecto ático con influencia del jónico. En Tucídides se observa una constante
búsqueda de objetividad. Se basó en sus propias observaciones y en las
declaraciones hechas por otras personas, testigos de los sucesos, cuyas
declaraciones no duda en contrastar. Para dar mayor intensidad a su historia,
puso en boca de los protagonistas de la guerra discursos retóricos y
dramáticos, que permiten analizar los sentimientos públicos y valorar los
asuntos que estaban en juego. Su
preocupación por la objetividad ejerció gran influencia sobre los historiadores
grecorromanos posteriores, como Polibio y Dión Casio.
4. JENOFONTE
Jenofonte (430-354 a.C.) era también ateniense; formó parte
del círculo de jóvenes que siguie- ron las enseñanzas de Sócrates. Vivió el
declive de Atenas, se sintió defraudado por la demo- cracia y fue un gran
admirador de Esparta.
Su obra histórica Helénicas es una especie de continuación
de la obra de Tucídides, pero con una intención historiográfica muy alejada de
la imparcialidad y del método de dicho historiador. Omite acontecimientos que no
le interesa mostrar y es claramente favorable a los espartanos; pero su estilo
es más sencillo y es un gran maestro en la descripción clara de escenas y
personajes. Narra en siete libros la historia griega desde la última etapa de
la guerra del Peloponeso hasta la batalla de Mantinea .Jenofonte supo utilizar
en ella su gran experiencia y conocimiento de las cuestiones militares, hasta
el punto de figurar como un precursor de la historiografía helenística en la
eficaz descripción de escenas
Escribió otras obras más personales, como Anábasis, un
relato de su experiencia como solda- do mercenario del príncipe persa Ciro en
la llamada Expedición de Los Diez Mil, en la que cuenta la retirada de los
soldados griegos cuando sus oficiales fueron asesinados por el sátra- pa persa
Tisafernes. Las fuertes tendencias
proespartanas y la exageración de los hechos rebajan el valor de sus obras
históricas.
Su aprendizaje intelectual al lado de Sócrates lo llevó a
inmortalizar la figura de su maestro en obras como Recuerdos de Sócrates o
Simposio, uno de los testimonios más importantes para la reconstrucción sobre
bases reales de la filosofía y de la personalidad del Sócrates histórico.
Jenofonte escribió, además, tratados técnicos como Hiparco o la Equitación, con
vistas a aconsejar sobre tácticas militares concretas, como las de la
caballería.
dimarts, 28 de gener del 2014
Diario de aventuras.
Día
1.
Querida
Penélope, soy Odiseo. Todos estos días lejos de ti son
insoportables, no paro de pensar en si volveré a verte a ti y a
nuestro hijo… necesito estar a vuestro lado. Hoy hemos conseguido
vencer a los troyanos para poder recuperar a Helena, sí la del pelo
ondulante. He iniciado junto con mi tripulación, el improbo viaje de
regreso a Ítaca. Desde la costa troyana el viento nos ha llevado
hasta Ismaro, la patria de los cícones. Tras una feroz batalla,
hemos podido escapar con un copioso botín, habiendo matado a muchos
de estos varones aunque hemos sufrido también nosotros seis bajas
por nave y guerreros queridos de esplendidas grebas. Pero los dioses
ya pretendían nuestro mal.
Día
2.
Hoy,
segundo día de aventuras, Zeus nos ha enviado una terrible borrasca
que nos ha hecho padecer durante varios días navegando sin rumbo por
la salada llanura de las aguas sin fin, pero tranquila, ya estoy
bien. Espero volver pronto, necesito verte.
Día
10.
Lo
siento, estos últimos ocho días no he podido escribirte, espero que
no estés enfadada. Hoy, el décimo día hemos avistado la tierra de
los hombres lotófagos, que solo se nutren del loto, cuyas flores
hacen olvidar el país natal. Muchos han probado este peligroso
manjar y por eso, los he arrastrado por fuerza hasta los barcos y
embarcaron con rapidez en las naves. Pronto llegaré a Ítaca, o eso
Día
11.
Otro
día más lejos de ti, esto es insoportable. Esta es la tercera
tierra a la que hemos llegado, la de la patria de los fieros
cíclopes, los hijos de Poseidón. Uno de ellos, el cruel Polifemo, a
punto estuvo de acabar con todos nosotros. Algunos de mis amigos por
desgracia, murieron devorados por el insaciable monstruo. Pergeñe un
ardid con el que he podido embriagarlo con vino que habíamos
obtenido de los cícones y, mientras dormía la borrachera, entre
todos le clavamos una gran estaca en el único ojo, cegándolo para
siempre. Sin embargo, lleno de ira ha exhortado a su padre Poseidón
para que no cejara hasta vengar tamaña desgracia.
Día
15
¿Te
acuerdas lo que te conté el otro día de Poseidón? Pues tenía
razón, desde ese día, el dios de los cabellos azules no cesó hasta
cumplir su venganza. Hoy hemos llegado a la isla de Eolia, sede del
dios Eolo, el guardián de los vientos. Quiso ayudarme y apresó en
un odre de piel vientos para ponerlos al servicio de mi vuelta a
casa. Pero mis hombres, creyendo que eran tesoros, desataron el
cordel y los vientos escaparon con furia desmedida, arrastrando
nuestros combos bajeles por el mar embravecido.
Día
20.
Tras
varios días de viaje, topamos con la tierra de los lestrigones, de
talla gigante, mayor que la humana, que mataros a muchos de los
nuestros y destrozaron todas nuestras naves, monos una. Nuestro
siguiente destino fue Eea, la isla habitada por Circe, la de hermosos
cabellos, potente deidad de habla humana. La perversa hechicera
convirtió en cerdos, con un rico licor, a varios de mis hombres,
entre ellos Polites, mi buen capitán. Pero Euríoloco, que había
sospechado algún engaño, no entró en el palacio de la diosa, y
pudo correr a la playa para contarme tan funesto incidente. Gracias
a la ayuda del dios Hermes, el de vara de oro, que me dio una triaca
para vencer el poder del sabroso licor, pude evitar sus efectos y
obligar a Cire a devolver el aspecto humano a mis compañeros.
Día
21.
Tras
una larga noche, Cire, decidida a ayudarme, me aseguró que debería
ir al palacio de Hades y la horrenda Perféfone para pedir consejo al
alma del ciego adivino Tiresias, a fin de poner el definitivo rumbo a
Ítaca, ya falta poco para verte, te echo tanto de menos, a nuestro
hijo también, esto es muy duro.
Día
22.
En
el Hades todo es tenebroso y espeluznante. He visto muchas almas de
hombres y mujeres ilustres, que acudían con aterradora lentitud a
nuestro encuentro. Hemos conseguido, a cambio de ofrecerle negra
sangre de reses recién sacrificadas, que la sombra del ciego
Tiresias me aventurara lo siguiente: “Librado del mar, llegará a
ti la muerte, pero blanda y suave, acabada tu vida en la calma de la
lozana vejez; entretanto tus gentes en torno venturosas serán.
Éstas son las verdades que anuncio”
Día
23.
Al
regresas a Eea, Circe nos avisó de nuevos peligros que nos acosarían
en nuestro viaje. Gracias a sus sugerencias pude oír los seductores
cantos de las sirenas sin caer en desgracia. Hoy hemos atravesado
trabajosamente el peligroso paso entre Escila y Caribdis, los
repugnantes monstruos femeninos, con menos bajas de las que suelen
tener los barcos que por allí navegan sin ser prevenidos.
Día
24.
Llegamos
hoy, día 24 de este incansable viaje, a la hermosísima isla del
dios Sol, Trinacia, plena de vacas y ovejas. Circe y el alma de
Tiresias nos alertaron de que no comiéramos de aquel ganado. Pero el
hambre pudo más que mis hombres, y, entretanto que yo sucumbía al
poder del sueño,
Día
25.
El
dios Sol pidió venganza a Zeus quien, una vez que nos volvimos a
echar al mar, arremetió con su fúlgido rayo contra nuestra cóncava
nave. Todos murieron ahogados en las oscuras profundidades marinas.
Solo yo, asido al mástil, sobreviví y recalé en Ogigia, la isla en
que vive la ninfa crinada Calipso. Ella me recibió y me pidó que me
quedara a su lado. Me prometió que gozaría de la inmortalidad y de
una eterna juventud. Pero yo lo único que deseaba era huir para
estar a tu lado.
Día
28.
Me
paso los días abatido en la costa, con la mira perdida en el
horizonte y el corazón nostálgico. Prefería mi condición de
mortal y que con el tiempo mi cuerpo envejeciera sin remedio, a tu
lado y al de nuestro hijo Telémaco. Por fin, Atenea rogó a Zeus que
intercediera por mí. El dios supremo mandó a Hermes para exigir a
Calipso que me dejara zarpar. Con su ayuda me hice de nuevo al mar,
en una balsa que construí con veinte troncos de árbol entrelazados.
Día
29.
Esto
cada día se hace más difícil, hoy Poseidón ha arremetido contra
mi débil embarcación, cumpliendo su venganza por haber cegado yo a
su hijo Polifemo, el cíclope devorador de hombres. La nereida
Leucótea, convertida en gaviota, me ha ofrecido un velo blanco que,
atado a mi cintura, me salvará.
Día
30.
Entonces
me he rebelado, he insultado gravemente a los dioses y reclamé el
poder del Destino, superior a todos ellos. A horcajadas sobre un
tronco, con agua abundante anegando mis pulmones, no obstante pude
reunir fuerzas para gritar con vigor estas aladas palabras: “Dioses
crueles y poderosos, no sé por qué pretendéis mi ruina y que no
retorne en buena hora a mi reino. Sabed que el adivino Tiresias ha
vaticinado que volveré algún día a mi patria y que moriré feliz,
ya anciano, junto a mi discreta esposa. Y no hay poder de ningún
dios que pueda impedir lo que traman las moiras, antes quienes
incluso vosotros os tenéis que rendir, pues el Destino es implacable
e inmutable, tanto para hombres como para dioses” Estas palabras,
proferidas por la desesperación de un hombre perseguido por fuerzas
superiores y crueles, causaron una gran revuelo en el Olimpo.
Día
31.
Querida,
ya llevo más de un mes lejos de ti y parece que cada día que pasa
estoy más cerca de ti, pero a la vez estoy tan lejos.. Hoy Poseidón
convocó con urgencia, en solemne Consejo, a todas las divinidades.
La nereida Leucótea, convertida ahora en una agresiva águila,
intentó arrebatarme el velo blanco con sus afiladas garras, pero no
lo consiguió. Y Zeus estalló en cólera. Dispuso unir el poder de
todos los dioses como si sólo fuera uno, mayor de lo que nadie
hubiera imaginado. Me sumergí una y otra vez en el mar rizado. Olas
enormes crecían por los vientos huracanados que aullaban como lobos
heridos, junto al estallido de truenos y el resplandor de rayos. En
medio de tantas calamidades, pude oír las amenazadoras palabras de
Zeus, el de largo mirar: 2 Veremos si el Destino es tan poderoso que
pueda imponerse a la fuerza de todos los dioses existentes. Nos has
retado, miserable mortal. Te llevaremos a un lugar y aun tiempo del
que nunca podrás escapar”.
Día
37.
Siento
no haber podido escribirte, pero el otro día amanecí malherido en
una playa un tanto extraña, un buen hombre encontró, apenas recobré
el sentido, pude percatarme de que era introducido en el vientre de
un extraño carro que se vuelve sin caballos, con luces y ruidosos
insólitos. Después, permanecí varios días y noches en un
silencioso templo planco, de olor dulzón, repleto de objetos
inverosímiles, donde unos hombres de ropas y lenguas desconocidas me
atendieron y me curaron. Pero, decido a marchar, intenté comunicarme
con ellos. Nadie me entendía. Creía que ese buen hombre me
ayudaría, pero no supe más de él. Por eso me desesperé y quise
escapar en un descuido de mis guardianes, y destrocé, en vertiginosa
huida, todo cuanto aparecía frente a mí. No pude conseguir mi
propósito.
Día
38.
Me
retuvieron y me encerraron en otro templo colosal, donde hay gentes
de mirada perdida y gestos estúpidos. Hoy ha venido a visitarme a lo
que le llaman “manicomio” el buen hombre que me encontró y otro
señor más. Necesito que me ayuden, debo llegar a mi patria. Te echo
tanto de menos Penélope...
Día
39.
El
psiquiatra, así llaman al hombre que me cuidaba en aquel templo
blanco, no me creía, y entonces, les di la prueba palpable: la
herida que me abrió el jabalí con sus blancos colmillos al tiempo
que subí con los hijos de Autólico al monte Parnaso. Gracias a que
el buen hombre que me encontró en la playa, y el otro señor que
lleva consigo la Odisea, él psiquiátrica quedo convencido, aunque
luego volvió a cambiar de idea, entonces Fernando, el buen hombre
que me encontró en la orilla de la playa me ha dicho que si cambiaba
mi actitud agresiva podría ser libre. Pronto, estaré de vuelta te
lo prometo. Te quiero Penélope.
Día
42.
Así
fue, hoy me han permitido abandonar el manicomio. Me voy instalar
en casa de Fernando hasta el día en que me vaya. Cada día que pasa,
noto que estoy más cerca de ti. Nos vemos pronto Penélope.
Día
45.
Hoy
me he marchado, y todos han sentido mi partida, hasta hoy, Serafín
me ha invitado varias veces a ir a la universidad y Fernando nos
acompañaba. Con mi ayuda Serafín puedo hacer avances en la
interpretación del Lineal A, el idioma minoico que aun no ha podido
ser descifrado. Les he asegurado que la mítica Atlántida, que
Platón cita en el Critias
y en Timeo,
había existido realmente y que fueron sus habitantes los que
construyeron las grandes pirámides del Egipto de los faraones.
Serafín me he hecho escuchar la Odisea, que estaba grabada en la
lengua original. Yo le he hecho algunas correcciones
fonéticas. Les he explicado que el Destino tenía que cumplirse, que
los dioses tan sólo habían sido capaces de retrasarlo, y que
incluso mi fin estaba allí escrito y que yo, debería hacerlo
realidad. Y es que, en vez de arribar a la tierra de Alcínoo y ser
descubierto por su hija Nausícaa, me he presentado aquí, en Santa
Pola, tres mil doscientos años después, descubierto por un viejo
profesor de universidad retirado. Y en lugar de relatar mis andanzas
en la corte del rey Alcínoo, lo reseñé en la habitación de un
manicomio de Alicante a dos profesores universitarios atónitos y un
psiquiatra escéptico escondido en el baño. Todo parece tener
sentido, dentro del sinsentido. Pero así en la vida: todo encaja
dentro de lo imposible.
Día
46.
Esta
mañana he robado un velero del puerto de Santa Pola. Hoy parto hacia
Ítaca, por fin podré reunirme contigo y nuestro hijo, no sabes
cuánto tiempo he estado soñando con esto. Nos vemos en breves. Te
quiere, Odiseo.
Subscriure's a:
Missatges (Atom)